¿Cómo se cata el vino?

¿Cómo se cata el vino?

El vino, todos lo sabemos, es un producto de lujo. Su exquisito sabor, su sinfín de variedades, y todo el proceso que éste encierra, convierten a esta bebida en una obra de arte. Y como tal, ha de ser tratado.

Cada tipo de vino, según su procedencia, variedad, proceso de conservación, añada etc., guarda y sorprende con unos aromas propios de cada selección. Precisamente es esto la riqueza de este producto y lo que lo hace tan suculento y deseado por todos.

Pero, ¿sabemos apreciar estos aromas y detalles correctamente? ¿Nos estamos perdiendo mucho de su magia por no saber saborearlo?

Seguramente así sea, por eso es muy recomendable conocer ciertas reglas de oro para la correcta degustación y cata de vino, y así poder disfrutar de este manjar en todo su esplendor.

Para catar el vino, se ponen en acción todos nuestros sentidos, especialmente la vista, el gusto y el olfato. Te contamos cómo.

  1. Como ocurre con la comida, también bebemos con los ojos, y especialmente si se trata de vinos. Nuestra vista es lo primero que se acciona (y debe accionarse) antes de proceder a degustarlo. Debemos apreciar su color. Según su variedad y su edad, tendrá colores más rubís, púrpuras (en el caso del tinto) o más verdosos o dorados (en el caso del blanco). También deberemos enjuiciar la nitidez, – para ver si está en correctas condiciones o por el contrario tiene algún defecto-, la burbuja y el goteo en la copa. Cuando movemos el vino en la copa, dependiendo de la caída que tengan las gotas que quedan en las paredes, nos dirá su graduación. Si caen lentamente, denota que su graduación es alta.
  1. Y todavía no nos lo llevamos a la boca por muchas ganas que tengamos. Aún debemos olerlo. Con el olfato percibiremos hasta 10.000 aromas distintos. Hay una primera fase olfativa, en la que se distinguen aromas más frutales (frutos rojos y salvajes) propios de su procedencia de la uva. Debemos ir moviendo la copa ligeramente para distinguir otros olores en una segunda fase, más propios de la fermentación en bodega. Y finalmente, los aromas terciarios conocidos como el ‘bouquet’ que se caracterizan por aromas propios del vino, más frutales junto con el roble y la madera.
  1. Y tras esto, sí, podemos probarlo. Lo probaremos sutilmente, distribuyéndolo por toda la boca para degustarlo a la perfección, y sentir todas sus fragancias, ácido, amargo y dulce. Estos tres aspectos han de estar equilibrados para que se trate de un buen vino. Además, tras ingerirlo, si su sabor permanece en nuestra nariz durante un largo periodo, se tratará de un vino de buena calidad.
  1. En cuanto a dónde servirlo, debe ser en una copa, porque ayuda a su oxigenación, transparente y sin tallas, para poder examinarlo a la perfección. La copa ha de llenarse aproximadamente a un tercio.
  1. La temperatura ha de ser la adecuada dependiendo de cada vino. Los tintos de 16 a 18 grados, blancos, entre 10 y 12 y espumosos entre 6 y 8 grados.
  1. El movimiento de la copa ha de ser desde la base y en circular.
  1. Es importante no ir perfumado para no mezclar olores, ni haber tomado comidas fuertes anteriormente.

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Comment (1)

  • Emilio Reply

    La copa es un detalle super importante. A veces más de lo que llegamos a pensar, de echo creo que es importante elegir la más adecuada para disfrutar de todas las cualidades de un buen vino https://utielrequena.org/tipos-de-copa-para-cada-vino/ Aquí resumen cómo elegir el mejor.

    04/11/2018 at 9:05 pm

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