¡Al rico jamón ibérico!
Por todos es sabido cuál es el producto estrella de la gastronomía española, ¿verdad? Exacto, el jamón ibérico.
Este manjar no sólo supone una delicia para nuestro paladar, sino que nos aporta cantidad de vitaminas y minerales a nuestro organismo.
Hasta ahora se creía que el jamón contenía demasiada grasa como para ser incluido en una dieta hipocalórica, además de ser perjudicial para la salud de nuestro corazón y por lo tanto no debía consumirse para no incrementar los niveles de colesterol. Pues bien, nada más lejos de la realidad, ¿queréis saber lo equivocados que estábamos?
Beneficios del jamón ibérico
Comenzando por que 100 gramos aportan aproximadamente 200 calorías, el jamón ibérico es rico en ácidos grasos monoinsaturados, de hecho, tras el aceite de oliva es la principal fuente de ácido oleico. Esto hace que sea un alimento muy favorable para controlar el exceso de colesterol malo.
Por otra parte, y contrario a lo que solía creerse, este rico alimento es muy recomendable para los deportistas, ya que es una fuente de proteínas de la mejor calidad, lo cual es ideal para fomentar el desarrollo de masa muscular de la mejor manera. Además, aporta antioxidantes para que te recuperes de la mejor manera de tus sesiones de gimnasio más intensas.
Como comentábamos con anterioridad, el jamón ibérico aporta minerales como calcio, fósforo, magnesio, hierro y zinc, así como vitaminas del grupo B.
Cabe destacar que cuanto más de calidad es la pieza, mejores serán sus propiedades. Con esto queremos decir que, por ejemplo, mientras que el jamón ibérico aporta 33 proteínas por cada 100 gramos, el jamón serrano contiene la mitad, por lo que las cifras a favor del primero son aplastantes.
El mejor jamón, por la mejor marca
Y puestos a hablar de jamón de la mejor calidad, no podía faltar una mención especial a Carrasco Guijuelo, que tras más de un siglo desde su nacimiento viene a ofrecernos el sabor más exquisito con sus piezas.
Desde hace más de 25 años la marca decidió criar una raza propia en sus dehesas de Extremadura, asegurando así una calidad impecable del producto desde su origen y seleccionando en el proceso diversas estirpes de jamón ibérico puro, con el fin de transmitir las mejores sensaciones y sabores.
En Carrasco Guijuelo ponen especial atención en el sistema de salado manual de cada pieza para obtener una curación más larga y unos aromas más intensos. Dieciocho son los meses de curación a los que se somete cada pieza a pie de la sierra de Gredos y Béjar, tras los cuales pasa al menos otro año en bodega.
Carrasco no deja de reinventar el sector del ibérico con el objetivo de estar muy atento al gusto de los consumidores y ofrecerles una experiencia más allá del consumo tradicional.
Como no queremos dejarte con la miel, o mejor dicho, el jamón en los labios, sabed que realizamos colaboraciones con Carrasco Guijuelo, y de hecho, el cortador de jamón habitual de nuestro restaurante procede de la marca, por lo que si queréis disfrutar de esta joya de la dieta mediterránea le encontraréis en Embassy. ¿Queréis saber cuándo? ¡Atentos a nuestras redes sociales!
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